El pasado 20 de octubre, Google presentó su nueva iniciativa publicitaria ‘My Ads Center’, que busca personalizar la experiencia de los usuarios mediante la elección de los datos que se utilizan y el bloqueo de ciertos tipos de anuncios en las distintas webs y apps de Google.
Cómo configurarlo
Para establecer sus preferencias publicitarias, el usuario (que necesariamente deberá tener una cuenta de Google) deberá acceder a My Ads Center desde los anuncios del buscador, YouTube o Discover. Una vez allí, podrá definir las temáticas o marcas que más le interesan para comenzar a recibir anuncios personalizados en función de sus gustos.
Además, los usuarios también podrán acceder a información de anunciantes que les resulten interesantes al ver anunciado un producto que llame su atención. “Para ofrecer a los usuarios una mayor transparencia, estamos mejorando la información sobre los anuncios con nuevas páginas de anunciantes. Los usuarios pueden acceder a esta información en nuestro nuevo panel My Ads Center y ver los anuncios que un anunciante verificado ha publicado en los últimos 30 días”, explican desde la compañía sobre esta función que, aunque ya estaba disponible en Estados Unidos, no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho extensible a otros territorios.
¿De dónde recopila Google tu información?
Efectivamente, se trata de información almacenada en sus distintos productos, como Drive o Gmail. Eso sí, desde la compañía aseguran que “nunca se utiliza información personal ni sensible, por ejemplo, de salud, raza, religión u orientación sexual”.
¿Temas vetados?
Si te preguntas si existe algún tipo de limitación publicitaria, lo cierto es que, a pesar de tratarse de temas sensibles que no gustarán a todo el mundo, Google permite los anuncios sobre alcohol, citas online, adelgazar, apuestas, embarazo o cuidado de los hijos. Sin embargo, si un usuario no quiere recibir anuncios de algún sector concreto, podrá deshabilitarlo. Además, si cree que alguna publicidad no cumple con las políticas podrá denunciarla fácilmente. “Cuando se denuncia un anuncio, un miembro de nuestro equipo lo revisa para comprobar que cumple con nuestras políticas y, si procede, lo retira. Crear una experiencia segura es una prioridad para nosotros, y las opiniones de los usuarios son una parte importante de cómo lo hacemos”, aseguran.
Tú tienes el mando
A Google le importan sus usuarios y, por eso, le dota de poder para elegir qué información da y a quién. Los usuarios podrán decidir sobre cuál de su actividad en Google y sus distintos productos puede utilizarse para esta personalización y cuál no.
¿Puedo no activar esta opción?
¡Claro! Aunque seguirás recibiendo publicidad (¡recordemos que Google es gratuito porque sobrevive de eso!), puedes hacerlo de forma genérica en vez de personalizada. Google ha facilitado esta opción ubicándola en el centro del producto, para que resulte fácil encontrarla. ¡Así sí! Además, y por si te preguntas qué ocurre con los anunciantes externos, la desactivación de la personalización publicitaria es extensiva tanto a la publicidad que se ve dentro de Google como fuera y se aplica automáticamente a cualquier dispositivo una vez inicie sesión con su cuenta.
Estas novedades dejan al descubierto la importancia que tiene para las empresas llegar a las personas idóneas en el momento adecuado. Un target bien definido hará que focalicemos nuestros esfuerzos en usuarios interesados. De esta forma, obtendremos mejores resultados con nuestras campañas y el usuario recibirá anuncios que le interesen. ¡Un win to win!
Pero, si no te sientes cómodo facilitando información para fines publicitarios, Google te respeta y hace sencillo el proceso mediante una desactivación fácil de ubicar. Y es que, cuidando a tus clientes, siempre ganas.